¿Te puedes casar por mí?

En ocasiones pensamos que el estar desplazado, bien sea por razones laborales o simplemente por un viaje de ocio, puede llegar a suponernos un problema si necesitamos realizar determinados tipos de actos jurídicos, burocráticos o administrativos para los que, en principio, suponemos que va a ser necesaria nuestra presencia. Este temor, llevado al límite, lleva en ocasiones a determinadas personas a anular por ejemplo unas vacaciones o lo que sería mucho más grave, a rechazar un determinado puesto de trabajo que nos obligase a desplazarnos cuando estamos pendientes de realizar un acto, para el que pensamos que será necesaria nuestra presencia. Pues bien, como siempre les indicamos desde la Unión de Consumidores de Madrid-UCM, la información es poder y, en este caso, nos permitirá conocer un recurso por el cual podemos hacer que otra persona nos represente ante determinados actos jurídicos, burocráticos o administrativos, sin necesidad de que nosotros acudamos al mismo físicamente: se trata del poder notarial.

            1.- ¿Qué es un poder notarial?

Un poder notarial es un documento público autorizado por un notario que permite a una persona o empresa designar a otra como su representante para que actúe en su nombre en determinados actos jurídicos, según recogen los propios notarios en su Consejo General.

2.- Desde que firme, ¿me representará siempre?

No, el poderdante (representado) podrá revocar el poder con solo solicitarlo, para lo que deberá reclamar al representante la devolución de la copia autorizada del poder notarial.

3.- ¿Y si se niega?

Si se negase a devolverlo, sería conveniente otorgar una escritura de revocación del poder y la revocación al representante a través de un notario, que no debería ser obligatoriamente el mismo con el que se formalizó el poder notarial.

4.- ¿Todos los poderes son iguales?

No, existen tantos poderes notariales como pudiera imaginar, entendiendo que al realizarse ante notario podemos hacer una redacción y un tratamiento personalizado, que vaya desde autorizar al representante para un solo acto o por un determinado periodo de tiempo a darle poder notarial para representarnos en todo momento.

5.- Entonces, ¿cuál debo firmar?

Lo más recomendable sería consultar con su notario para que éste pueda asesorarle sobre cuál es el más adecuado a sus intereses.

6.- ¿Y si quiero que me represente siempre?

Para ello existe en denominado poder general, que busca delegar el mayor número de facultades a la persona elegida como representante legal, incluyendo en el poder una amplísima gama de actos que éste podrá realizar en nombre del poderdante.

7.-  ¿Y podrían ir a juicio por mí?

Sí, con los poderes para pleitos, que son aquellos que facultan a un procurador para personarse en un juicio en nombre de alguien.

8.- ¿Y en mi boda?

También, se puede otorgar un poder para contraer matrimonio, en el caso de que los cónyuges residan en lugares diferentes

9.- Entonces, ¿me pueden representar para todo?

No, existen actos o negocios jurídicos en los que no está permitido, por normativa legal, la representación, por lo que no sería aplicable el poder notarial. Entre ellos, la posibilidad de otorgar testamento que, salvo en algunas legislaciones autonómicas, se considera como un acto personalísimo.

10.- ¿Y si me voy fuera de España?

Los poderes notariales que se tramiten en nuestro país tienen reconocimiento internacional, lo que nos posibilitará facilitar a un familiar los trámites, sin necesidad de que tenga que volver a España para realizar únicamente un acto jurídico, burocrático o administrativo que no le lleva más allá de diez minutos. Los mismos notarios nos explican que “la denominada Apostilla de la Haya permite que se reconozca la eficacia jurídica de un poder entre países firmantes del Convenio de la Haya.

En cualquier caso, recuerde que el gabinete jurídico de la Unión de Consumidores de Madrid-UCM está a disposición de sus socios para cualquier duda o consulta sobre la materia.