RECLAMANTE: Disponía de una tarjeta de financiación de compras de un conocido supermercado, que venía utilizando hace años y decide darla de baja. En la última liquidación de la tarjeta le incorporan un importe de una póliza de seguro de protección de pagos, que el consumidor desconoce ya que nunca había contratado tal póliza. Reclama el importe a la empresa y devuelve el recibo.
RECLAMADO: Incrementan el importe de la póliza al doble del precio inicial, por indemnización por recibo devuelto e insisten en que el titular debe pagar el recibo, a pesar de no aportar al consumidor la póliza firmada.
SOLUCIÓN: Se realiza mediación con la financiera, ya que la deuda que reclaman no está justificada al consumidor y aceptan la anulación del cargo.