En los últimos 5 años, el pago mediante el uso de contactless se ha generalizado de manera progresiva, dado que se trata de un sistema que permite abonar rápida y fácilmente una cantidad de dinero sin necesidad de introducir la tarjeta y marcar el PIN, por ejemplo, en los cajeros, en peajes o en los datáfonos de los comercios al realizar compras.
A pesar de la seguridad con la que se parte en esta práctica cómoda en el uso habitual y rutinario, se dan muchos supuestos, al igual que en otros sistemas tecnológicos, de que los delincuentes den con la manera de burlar la seguridad y así hacerse con dinero o datos de los usuarios.
De esta forma, son muchos los usuarios que han visto como el dinero de sus cuentas disminuía tras hacer un pago o una retirada de efectivo en un cajero, o al acercar la tarjeta o el móvil, a un contactless.
¿Es seguro el pago mediante contactless?
Hace tiempo, el pago mediante contactless quedó en entredicho por un bulo en el que se afirmaba que cualquier persona que tuviera un datáfono podría robar pequeñas cantidades de dinero a todo aquel que llevara la tarjeta encima, con solo acercarse a él, ya que el sistema contactless funciona únicamente arrimando la tarjeta a un datáfono. Este bulo fue lo suficientemente creíble como para extenderse de boca en boca. Pero lo cierto es que no es tan fácil, ya que para poder realizar un cobro mediante un datáfono, éste debe estar asociado a una cuenta bancaria real y, por tanto, a unos datos de titularidad bancaria también reales. Esto significa que, si nos robasen el dinero de este modo, el importe robado iría a parar a la cuenta del ladrón y tendríamos todos los datos fiscales del mismo.
¿Qué deben hacer los usuarios para reclamar su dinero?
Cuando se producen cargos desconocidos en las tarjetas, en algunos casos es el propio banco el que puede alertarnos mandando un mensaje sobre los cargos que se están queriendo realizar en éstas, para pedir una confirmación, ya que tal vez se haya hecho un duplicado de nuestra tarjeta. Si el banco detecta estos movimientos a tiempo, podemos evitar que se lleguen a generar los cargos.
Si el filtro de seguridad no ha funcionado y realmente somos víctimas de una estafa con tarjeta de crédito, en primer lugar, hay que contactar con el banco para que bloqueen la tarjeta y que no se sigan realizando más cargos. Inmediatamente después, hay que poner denuncia ante la policía acompañando los movimientos bancarios fraudulentos.
Posibilidad de recuperar el dinero.
En cuanto a las posibilidades de recuperar el dinero, va a depender de varios factores. Por un lado, de las propias condiciones contractuales de cada tarjeta y, por otro, de las prestaciones de cada banco. En muchos casos, las tarjetas tienen seguros que cubren este tipo de robos o fraudes, por lo que es importante buscar o solicitar información en nuestro banco al respecto. Si la entidad bancaria no se hace responsable de las cantidades que han sido defraudadas, habrá que presentar reclamación ante el Servicio de Atención al Cliente, que deberá contestar en el plazo de 1 mes. Si la respuesta no es satisfactoria, o no la hay, en el plazo indicado, habrá que reclamar ante el Servicio de Reclamaciones de Banco de España.
Siempre es recomendable acudir a los correspondientes servicios de consumo, a los efectos de llevar a cabo todos los trámites de reclamación para evitar que las reclamaciones puedan ser archivadas por falta de algún requisito legal.