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Los huevos son alimentos versátiles y nutritivos que han sido parte esencial de la dieta humana durante siglos.»
A medida que aumenta la conciencia sobre la ética animal y la sostenibilidad, es crucial tomar decisiones informadas y responsables al elegir los huevos que consumimos.
Los huevos son alimentos versátiles y nutritivos que han sido parte esencial de la dieta humana durante siglos. Son una excelente fuente de proteínas, vitaminas, minerales y grasas saludables, lo que los convierte en un alimento imprescindible en muchas culturas alrededor del mundo. Sin embargo, a medida que aumenta la conciencia sobre la ética animal y la sostenibilidad, es crucial tomar decisiones informadas y responsables al elegir los huevos que consumimos.
Categorías de huevos. ¿Qué significa el número impreso en la cáscara?
El primer dígito del código corresponde a la forma de cría de las gallinas, que va del 0 al 3, seguido de 2 letras que corresponden al estado miembro de la Unión Europea de donde proceden los huevos. Seguidas a su vez por 8 dígitos más: los 2 primeros correspondientes a la provincia, los 3 siguientes indican el municipio y los 3 últimos, la granja de procedencia.
Convencionales, (categoría 3): los huevos convencionales provienen de granjas donde las gallinas son criadas en jaulas, lo que les impide moverse libremente y llevar una vida natural. Esta forma de producción suele generar preocupaciones sobre el bienestar animal y el impacto ambiental.
Huevos de suelo, (categoría 2): las gallinas que ponen huevos de corral generalmente tienen acceso a espacios más amplios y disponen de más libertad de movimiento que las de las granjas convencionales pero no tienen acceso a espacios al aire libre, permanecen en naves cerradas.
Huevos camperos, (categoría 1): las gallinas criadas en sistemas camperos tienen acceso a áreas al aire libre más extensas, lo que les permite expresar comportamientos naturales y reducir el estrés asociado con el confinamiento. Estos huevos suelen tener un mayor precio, pero muchos consumidores los prefieren debido a su preocupación por el bienestar animal.
Huevos ecológicos u orgánicos, (categoría 0): provenientes de gallinas criadas en sistemas más respetuosos con el medio ambiente y el bienestar animal. Estas aves se alimentan con alimentos orgánicos y tienen muy limitada la administración de hormonas o antibióticos.
Clasificación
Los centros de selección y clasificación reciben los huevos de las granjas y los distribuyen según sus categorías de calidad, (A y B), y su peso, (clases S, M, L y XL). Además, se encarga del envasado y venta a diversos clientes, en un proceso automatizado. Suele estar conectado o cercano a la granja, lo que agiliza la recogida y distribución de los huevos.
Los huevos de la categoría A, son los más frescos y destinados a consumo directo, porque no están lavados ni se someten a ningún tipo de tratamiento para su conservación, a diferencia de los de categoría B son considerados “conservados” al haber pasado por algún tratamiento de limpieza y desinfección para su conservación, y suelen estar destinados a elaboraciones industriales.
Los huevos se clasifican, según su peso, en cuatro clases:
XL: súper grandes, con 73 g o más.
L: grandes, con un peso de 63 a 73 g.
M: medianos, con un peso de 53 a 63 g.
S: pequeños, con menos de 53 g de peso.
Conciencia animal
La producción masiva de huevos ha llevado a prácticas intensivas que a menudo ignoran el bienestar de las gallinas. Las aves criadas en jaulas pequeñas o superpobladas pueden experimentar estrés y sufrimiento, lo que va en contra del respeto a la vida animal.
Al elegir opciones de huevos provenientes de sistemas más amigables con los animales, contribuimos a la promoción de prácticas más humanas y sostenibles en la industria alimentaria. Además, podemos apoyar a las organizaciones que trabajan para mejorar el bienestar de las aves de corral y promover regulaciones más estrictas en la industria.
Recomendaciones
Si deseamos tomar decisiones conscientes y éticas al comprar huevos, aquí tenemos algunas recomendaciones útiles:
Opta por huevos de categorías más altas: busca opciones de huevos camperos o ecológicos en lugar de los convencionales. Al elegir estas opciones, estás apoyando prácticas más respetuosas con los animales y el medio ambiente.
Lee las etiquetas: asegúrate de leer las etiquetas cuidadosamente. Busca términos como «criados en libertad», «orgánico» o «de gallinas camperas», para identificar opciones más sostenibles.
Seguridad alimentaria: enfermedades más propensas en verano
Durante la temporada estival, es común que aumente el riesgo de enfermedades alimentarias debido a diversos factores. Las altas temperaturas y la humedad favorecen el crecimiento y la proliferación de microorganismos en los alimentos, lo que puede resultar en infecciones gastrointestinales y otras enfermedades transmitidas por alimentos, como salmonelosis y botulismo.
La salmonelosis es una enfermedad causada por la bacteria salmonella, que se encuentra comúnmente en los alimentos crudos o poco cocinados, o superficies contaminadas.
La salmonella puede encontrarse en diferentes tipos de alimentos, especialmente en aquellos de origen animal, como huevos, carne de ave, carne de res, productos lácteos y mariscos. También puede contaminar frutas y verduras si han estado en contacto con agua o superficies contaminadas.
Para prevenir la salmonelosis es fundamental seguir las siguientes recomendaciones:
- Cocinar adecuadamente los alimentos: es esencial cocinar la carne, los huevos y otros alimentos de origen animal, a temperaturas seguras para eliminar la bacteria.
- Lavarse las manos antes de cocinar y después de manipular alimentos crudos, además de limpiar adecuadamente los utensilios y superficies de trabajo.
- Evitar la contaminación cruzada: no mezclar alimentos crudos con alimentos listos para comer y usar tablas de cortar diferentes para carne cruda y productos frescos.
El botulismo es una enfermedad poco común pero extremadamente peligrosa causada por la toxina producida por la bacteria Clostridium botulinum.
Los alimentos más propensos a este riesgo son las conservas caseras de vegetales o animales y las semiconservas de carne o pescado. Estos alimentos pueden no haber sido sometidos a suficiente calor para eliminar la toxina, lo que los convierte en posibles fuentes de contaminación. Es fundamental tener precaución al consumir este tipo de productos, y es aconsejable optar por alimentos industrialmente procesados y correctamente envasados para evitar riesgos para la salud.
La prevención del botulismo implica seguir prácticas adecuadas de manipulación y conservación de alimentos.