Existen dos tipos principales de radiación ultravioleta (UV), los rayos UVA y UVB.

La radiación solar tiene beneficios indiscutibles para los seres vivos y el planeta, pero también representa riesgos importantes para nuestra piel. Este artículo aborda los beneficios y riesgos de la radiación solar y cremas solares, centrándose en cómo podemos protegernos adecuadamente.

Los efectos de la radiación solar en la piel

Existen dos tipos principales de radiación ultravioleta (UV) que son motivo de preocupación: los rayos UVA y UVB. Cada uno afecta a nuestra piel de manera diferente:

• Rayos UVA: Penetran profundamente en la piel, descomponiendo colágeno y elastina, las fibras que mantienen nuestra piel firme y elástica. Esto provoca un envejecimiento prematuro, manifestado en la aparición de arrugas.
• Rayos UVB: Son los principales responsables de las quemaduras solares y están relacionados con el desarrollo del cáncer de piel, incluido el melanoma, la forma más peligrosa de esta enfermedad.

La piel reacciona a la exposición solar produciendo melanina, lo que resulta en un bronceado, una defensa natural, pero insuficiente para evitar daños profundos. Por eso, es fundamental el uso de cremas solares de alta protección, junto con medidas como evitar la exposición en las horas de mayor radiación y utilizar ropa protectora.

¿Qué son las cremas solares y cómo nos protegen?

Las cremas solares son productos diseñados para proteger nuestra piel de los efectos nocivos de la radiación solar. Están formuladas con compuestos que filtran o bloquean los rayos UVA y UVB.

• Filtros químicos: Absorben la radiación UV, transformándola en calor. Son ligeros y no dejan residuos visibles, lo que los hace ideales para uso diario.
• Filtros físicos: Conocidos también como minerales, contienen ingredientes como el óxido de zinc y el dióxido de titanio, que actúan como una barrera que refleja los rayos UV. Estos filtros son recomendados para pieles sensibles.

Factores de protección solar (FPS)

El factor de protección solar (FPS) mide cuánto una crema solar puede proteger la piel de los rayos UVB. Por ejemplo, un FPS de 30 teóricamente permite estar 30 veces más tiempo al sol antes de quemarse en comparación con no usar protección. Es importante recordar que ningún protector solar bloquea el 100% de los rayos UV y que la reaplicación regular es clave para mantener la efectividad.

Beneficios de usar protección solar regularmente

El uso frecuente de protección solar reduce drásticamente el riesgo de desarrollar cáncer de piel, incluido el melanoma. Además, previene el envejecimiento prematuro, como arrugas y manchas de la edad, y protege contra las quemaduras solares. También contribuye a mantener un tono de piel uniforme, previniendo la hiperpigmentación.

Normativas sobre cremas solares en Europa

La Comisión Europea regula las cremas solares para garantizar su seguridad y eficacia. Las normativas exigen un etiquetado claro que incluya el FPS y la protección de amplio espectro, además de pruebas rigurosas que verifican su efectividad. Los productos en el mercado deben cumplir estos estándares para asegurar la protección adecuada de los consumidores.

Recomendaciones para una exposición solar segura

Para disfrutar del sol de manera segura y saludable:

• Usa protector solar de amplio espectro con FPS 30 o más, incluso en días nublados.
• Aplica el protector solar al menos 15 minutos antes de la exposición y reaplica cada dos horas o después de nadar o sudar.
• Busca sombra entre las 10 a.m. y las 4 p.m., cuando los rayos solares son más intensos.
• Viste ropa protectora, sombreros y gafas de sol con protección UVA/UVB (idealmente con etiqueta UV400).

Protección solar en niños y personas con piel sensible

Los niños y las personas con piel sensible requieren una protección solar especial. Los niños, al estar más expuestos, son más vulnerables a los efectos dañinos de los rayos UV, por lo que deben usar protectores solares de amplio espectro, ropa protectora y evitar el sol en las horas de mayor radiación.

Para quienes tienen piel sensible, se recomiendan filtros físicos, ya que son menos irritantes. Ingredientes como el óxido de zinc y el dióxido de titanio ofrecen una protección eficaz sin causar reacciones adversas.

Por tanto, proteger nuestra piel de la radiación solar es esencial para prevenir daños a corto y largo plazo. El uso adecuado de cremas solares es una medida fundamental para disfrutar del sol de manera segura, minimizando el riesgo de quemaduras, envejecimiento prematuro y cáncer de piel. Recuerda que la protección solar no solo es importante en verano, sino en cualquier momento del año en que estés expuesto a los rayos UV.