Préstamos entre particulares: qué son, riesgos y claves para usarlos
Los préstamos entre particulares son acuerdos financieros directos en los que una persona presta dinero a otra sin mediar una entidad bancaria. Esta modalidad puede resultar útil por su flexibilidad, pero también conlleva riesgos y obligaciones que conviene conocer antes de formalizar cualquier operación.
Qué es un préstamo entre particulares
Un préstamo entre particulares es un contrato mediante el cual una persona (prestamista) entrega una cantidad de dinero a otra (prestatario), quien se compromete a devolverlo en un plazo y bajo unas condiciones acordadas entre ambos. A diferencia de los créditos bancarios, no intervienen entidades financieras tradicionales ni se aplican necesariamente sus criterios estándar.
Ventajas de este tipo de préstamo
Mayor flexibilidad
Las condiciones del préstamo —como plazos de devolución, intereses o garantías— se negocian de forma directa entre las partes, lo que puede permitir acuerdos más ajustados a las necesidades de cada uno.
Acceso alternativo al crédito
Puede ser una opción cuando el solicitante no cumple con los requisitos para un préstamo bancario tradicional o cuando se busca una gestión más rápida y sencilla.
Riesgos y aspectos a considerar
Aunque pueden resultar atractivos, los préstamos entre particulares presentan ciertos riesgos:
Falta de protección legal habitual
Al no intervenir una entidad financiera, el prestatario y el prestamista deben acordar y formalizar por escrito todas las condiciones, para evitar malentendidos o disputas futuras.
Posibles conflictos personales
Las relaciones entre prestamista y prestatario pueden verse afectadas si surgen impagos o desacuerdos sobre el cumplimiento de las condiciones pactadas.
Costes e intereses
Es importante negociar y dejar por escrito si se aplicarán intereses, y en caso afirmativo, qué tipo de interés se establece para evitar cláusulas abusivas o ilegales.
Cómo formalizar un préstamo entre particulares
Para proteger a ambas partes, se recomienda:
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Firmar un contrato por escrito donde se establezcan claramente:
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La cantidad prestada
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El plazo de devolución
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Si se aplican intereses
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La forma de pago
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Garantías proporcionadas, si las hubiera
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Conservar copias firmadas y comprobantes de cada pago realizado.
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En préstamos de importe relevante, plantearse incluir un aval o garantía real para mayor seguridad.
Implicaciones fiscales
Los préstamos entre particulares pueden tener implicaciones tributarias, tanto para el prestamista como para el prestatario. Por ello, resulta recomendable consultar con un especialista o asesor fiscal para determinar si corresponde declarar el préstamo o sus posibles intereses ante la autoridad tributaria correspondiente.
Conclusión
Los préstamos entre particulares pueden ser una alternativa válida a los créditos bancarios si se gestionan con transparencia, por escrito y con pleno acuerdo entre las partes. Conocer sus ventajas, riesgos y obligaciones ayuda a tomar decisiones más responsables y a evitar conflictos o problemas legales y fiscales en el futuro.




