Complementos alimenticios sí, pero con precauciones
Ya sea porque alguien se lo comentó cuando le dijo que iba a hacer dieta. Ya sea porque practica habitualmente algún ejercicio físico de cierta exigencia. Ya sea porque es una persona mayor o está al cuidado de algún menor. Ya sea porque es vegetariano… O simplemente ya sea porque es usted una persona informada pero, lo más probable, es que haya oído hablar o haya llegado a adquirir alguno de los denominados complementos alimenticios que se ofertan en la actualidad. Pero, ¿qué entendemos como tal? Bien, los complementos alimenticios son compuestos, que se pueden comercializar de forma muy diversa, como cápsulas, pastillas, ampollas de líquidos, viales, geles líquidos, barritas comestibles… y cuya finalidad no es otra que la de complementar una determinada dieta, ya sea porque pueda tener una carencia (como podría ser ciertas vitaminas en dietas estrictamente vegetarianas) o por las necesidades del consumidor (como podrían ser los deportistas que aun llevando una dieta equilibrada, quieran potenciar determinados aspectos de la misma). Son fuentes concentradas pues de nutrientes u otras sustancias con efecto nutricional, hablamos de vitaminas, minerales, aminoácidos, ácidos grasos, fibras, hidratos, glucosas… que se consumen de forma dosificada.
En cualquier caso, y como en otras materias sensibles, el mejor consejo pasaría por hacer un consumo responsable de este tipo de complementos, pues como consumidores debemos ser conscientes de que los últimos responsables somos nosotros mismos y, por ello, deberíamos atender a los consejos de los médicos y expertos sanitarios, las autoridades y las instrucciones de uso y advertencias del etiquetado. Y para ello, nos hacemos eco de los consejos que la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición publicase al respecto.
1.- No son sustitutos. Los complementos alimenticios no deben utilizarse como sustituto de una dieta equilibrada. Una dieta variada y equilibrada proporciona todos los nutrientes necesarios para el normal desarrollo y mantenimiento de un organismo sano.
Evidentemente, y como resumíamos en la introducción, complementos alimenticios existen de muchos tipos y son destinados para múltiples perfiles. Sin embargo, en ninguno de los casos el complemento no deja de ser eso mismo: un complemento y nunca un sustitutivo de una dieta sana, equilibrada y variada. No lo olvide, sustituir la dieta por este tipo de complementos no sólo no será eficaz sino que podría llegar a ser contraproducente y conseguir justo el efecto contrario al que buscamos con su ingesta.
2.- Instrucciones. Siga siempre las instrucciones de uso proporcionadas en el envase. En muchas ocasiones se puede caer en el error de una mala utilización, ya sea por exceso o por defecto, de este tipo de complementos. Tenga en cuenta que las necesidades pueden variar mucho dependiendo de cuál sea la condición de la personas, cómo sea su dieta y cuál sea la faceta que quiere complementar.
No es lo mismo un deportista con nivel de exigencia alto que quiera enriquecer su dieta, que una persona mayor con un determinado déficit y a quien el médico le recete un complemento. Por eso, además de consultar siempre a un especialista, es altamente recomendable leer detenidamente el etiquetado del envasado, así como el prospecto, si es que lo tuviese. Respete lo que el fabricante recomiende en cada caso y será sinónimo de eficacia.
3.- Alergias. Preste atención a los ingredientes que contiene por si usted es alérgico o intolerante a alguno de ellos. Como en el punto anterior, se hará imprescindible leer detenidamente tanto el etiquetado del envase como el posible prospecto. En caso de duda, consulte con su médico o con un especialista sobre el ingrediente o ingredientes que le generen dudas.
4.- Dosis. No consuma un complemento alimenticio en dosis superiores a las que se indican en la etiqueta, ya que un consumo a dosis más altas de las recomendadas puede tener efectos perjudiciales para la salud, sobre todo si se prolonga en el tiempo. Como decíamos, un mal uso de un complemento alimenticio o llegar a sustituir la dieta a base de complementos no sólo nos aleja del objetivo principal, ya sea cubrir una carencia o enriquecer una dieta, sino que además podría llegar a ser perjudicial para nuestra salud.
5.- Natural vs Seguro. Un producto natural no es sinónimo de un producto seguro. En la naturaleza existen multitud de productos que, de no ser correctamente utilizados por el ser humano, pueden llegar a ser perjudiciales para éste, llegando incluso a poder ser letales. No es cuestión de alarmarse, únicamente de informarse y de hacer un buen uso del complemento que queramos tomar. Y como siempre, en caso de duda consulte con su médico o un especialista.
6.- Médico. Informe siempre a su médico de los complementos alimenticios que esté consumiendo. En particular, si usted padece alguna enfermedad subyacente. Esto ayudará a su médico a considerar los efectos combinados entre su medicación y el complemento alimenticio en el diagnóstico y el tratamiento de su enfermedad.
Igualmente, comunique si tiene previsto someterse a una intervención quirúrgica o si está embarazada, cree estarlo o en periodo de lactancia, pues podría no haber sido testado en estos casos.
Lo mismo pasa con los menores, consulte con el médico y lea atentamente el complemento, pues muchos no han sido testados en niños.
7.- Productos milagro. Desconfíe de los complementos que se anuncian con propiedades y efectos increíbles o como soluciones “milagro” de sus problemas. Volvemos a lo mismo, los complementos vienen a enriquecer o cubrir carencias pero lo más importante es una dieta sana, equilibrada y variada.
8.- Proveedor. No compre complementos alimenticios de fuentes desconocidas. Compre sus complementos alimenticios en canales de distribución de alimentos autorizados o en la farmacia. Comprar de fuentes desconocidas en Internet o correo ordinario puede suponer un riesgo.
9.- Adicional. Para reducir el sobrepeso y el exceso de grasa se recomienda reducir la ingesta de calorías con una dieta de alimentos adecuada y, al mismo tiempo, aumentar el gasto de energía mediante un adecuado nivel de actividad física. El consumo de cualquier complemento alimenticio sólo debe ser complementario o adicional. Además, recuerde que para mantener el resultado alcanzado es necesario adoptar de forma permanente hábitos alimenticios saludables y seguir un estilo de vida activo.
10.- Suficiente con la dieta. En general, incluso si hace deporte, con una dieta variada y equilibrada, que incluya una adecuada hidratación, puede cubrir las necesidades nutricionales de su cuerpo.