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Conceptos en la factura de la luz que no siempre resultan evidentes
La factura de la luz incluye costes fijos y variables, además de otros cargos relacionados con el transporte, distribución y producción de energía.
Es habitual que en la factura de la luz aparezcan varios conceptos cuyo significado no siempre resulta evidente. Estos términos pueden generar numerosas dudas entre los consumidores, por lo que en este artículo se procederá a analizarlos y explicarlos de manera clara y sencilla.
CNAE (Código Nacional de Actividad Económica)
El Código Nacional de Actividad Económica (CNAE) es un identificador utilizado para clasificar la actividad económica de un punto de suministro eléctrico. Este código puede variar según si se trata de una vivienda habitual o un negocio, y también depende del tipo de actividad económica. En el caso de una vivienda, por ejemplo, el CNAE correspondiente sería 95100. Este código ayuda a las empresas suministradoras a categorizar el consumo energético y aplicar las tarifas adecuadas según el tipo de uso del suministro.
CUPS (Código Universal del Punto de Suministro)
El Código Universal del Punto de Suministro (CUPS) es el identificador único de cada punto de suministro, tanto de electricidad como de gas. Este código comienza siempre por las letras «ES», seguido de una serie de 20 dígitos, y permite identificar de manera inequívoca el lugar donde se proporciona el servicio energético. El CUPS es imprescindible para realizar cualquier tipo de gestión con la compañía, como un cambio de tarifa o el traspaso del contrato a otro titular.
Término de potencia
El término de potencia es un coste fijo en la factura de la luz que el consumidor debe pagar independientemente de si ha hecho uso o no de la electricidad. Se calcula en función de la potencia contratada, expresada en kilovatios (kW). A mayor cantidad de kW contratados, mayor será el importe del término de potencia. Este concepto se refiere a la capacidad máxima que puede soportar la instalación eléctrica sin que se produzcan interrupciones.
Término de consumo
El término de consumo refleja el coste variable de la factura, basado en la cantidad de energía que efectivamente se ha utilizado. Se mide en kilovatios hora (kWh), y cuanto mayor sea el consumo, mayor será el coste. Este importe suele estar sujeto a las variaciones del precio de la energía en el mercado.
Peajes de acceso
Los peajes de acceso son cargos regulados por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia (CNMC). Estos cargos están relacionados con el uso de las infraestructuras de transporte y distribución de la energía. Aunque el pago se realiza a la comercializadora, esta lo transfiere a la distribuidora, que es la encargada de mantener y operar las redes eléctricas que hacen posible que la electricidad llegue a los hogares y negocios.
Resto de costes
Además de los términos anteriores, la factura incluye otros costes relacionados con la producción de energía, el fomento de energías renovables, así como impuestos y otros cargos según la normativa vigente en el sector eléctrico. Estos costes pueden variar según las fluctuaciones en el precio de las materias primas o los cambios regulatorios en el sector.
Energía activa
La energía activa es aquella que se transforma en energía útil y puede ser aprovechada por el consumidor. Se mide en kilovatios hora (kWh) y corresponde, por ejemplo, a la electricidad que alimenta los electrodomésticos, las luces, o genera calor en los radiadores. Es la energía que realmente utilizamos en nuestras actividades diarias.
Energía reactiva
La energía reactiva, por su parte, no genera un trabajo útil para el consumidor, pero es necesaria para que ciertos aparatos eléctricos, como motores y transformadores, puedan funcionar correctamente. En algunos casos, las compañías eléctricas pueden aplicar un recargo si el nivel de energía reactiva consumido es elevado, ya que afecta la eficiencia de la red.
Lecturas del contador
La interpretación de las lecturas del contador puede ser otro aspecto confuso. Existen dos tipos de lecturas: real y estimada. La lectura real corresponde al consumo exacto registrado en el contador en un momento determinado. Sin embargo, si la lectura es estimada, significa que no se ha registrado el consumo real y se ha calculado en base a históricos de consumo anteriores. En este caso, la regularización se realiza en la siguiente factura, donde se ajusta el consumo real con el estimado.
Dado que la factura de la luz puede resultar compleja y difícil de interpretar, es recomendable revisar cada uno de los conceptos detalladamente para asegurarse de que los importes cobrados son correctos. En caso de dudas o discrepancias, es aconsejable contactar con profesionales que puedan ofrecer asesoramiento y, si es necesario, gestionar la reclamación correspondiente ante la compañía eléctrica. Para ello, están a disposición de los consumidores las organizaciones de consumidores y oficinas municipales de consumo de cada territorio.