Aumento alarmante de la pobreza energética

Escrito por Javier Rey

Sep 10, 2014

10 de septiembre de 2014

 

Los datos sobre pobreza energética preocupantes. Los cortes de luz por falta de pago están aumentando a un ritmo vertiginoso. Antes de la crisis, aproximadamente unas 600.000 viviendas al año sufrían corte de la luz por falta de pago. En 2012 esta cifra se duplicó y nos encontramos con casi un millón y medio de viviendas en las que se produjeron cortes de luz por dicha causa. Además, casi todos se produjeron en viviendas distintas.

 

¿Cuáles son las causas de la pobreza energética?

Según el Instituto Nacional de Estadística (INE), la factura de la luz ha subido un 60% desde 2007, mientras que la renta media de los hogares se ha reducido en un 8,5%. Debido a estos dos fenómenos que se están produciendo de forma paralela, surge un grave problema conocido como pobreza energética. La factura eléctrica se ha disparado debido al aumento de los impuestos y los sobrecostes asociados a las energías renovables. Esto se traduce en que hay un gran número de familias que pasan frío en invierno y calor en verano y aumenta el número de cortes de suministro por impago.

Igualmente, el INE también nos apunta que, en 2012, el 9%de las viviendas en España alegan no poder mantenerla a temperatura adecuada. España, con más de cuatro millones de hogares con este problema, se sitúa en el cuarto país dentro de la UE con mayor número de personas afectadas.

Las regiones más afectadas son Murcia, Andalucía, Castilla-La Mancha, Cataluña y Extremadura, con mayor incidencia en zonas rurales. Como puede observarse, no se trata de las regiones más frías. Las causas se encuentran en que estas zonas son las que registran mayor índice de paro y salarios más bajos. Además, otra de las causas es el equipamiento de las viviendas, ya que en zonas cálidas éstas se construyen para mantenerlas frescas y la mayoría ni siquiera instala calefacción. Por ello, nos encontramos con que el tercer factor causante de la pobreza energética, además de la subida de la luz y la bajada de los salarios, es precisamente que las viviendas se construyen sin tener en cuenta criterios de eficiencia energética.

 

El bono social

Hoy día solo existe un mecanismo en España que mitiga el problema y es el bono social. Sin embargo, resulta insuficiente, ya que únicamente regula la calefacción eléctrica y solo se otorga reuniendo determinados requisitos: pensionistas, hogares con todos sus miembros en situación de desempleo, familias numerosas y viviendas con potencia inferior a tres kilovatios. Además, se les imponen unos límites máximos de renta. Esta medida produce un ahorro del 25% en la tarifa regulada.

Según la legislación vigente en España, las compañías podrán suspender el suministro a los clientes domésticos con tarifa regulada por el Gobierno, siempre y cuando hayan transcurrido un mínimo de dos meses desde la comunicación del impago. A pesar de esto, en la práctica las empresas suelen ampliar este plazo. Sin embargo, para los clientes que se encuentran en mercado libre, habrá que atenerse a las condiciones contratadas. También es importante tener en cuenta que, una vez producida la desconexión, para recuperar nuevamente la luz, además de abonar la factura pendiente hay que pagar los costes del reenganche.

 

Nuevo mecanismo de precios

El nuevo mecanismo de revisión de precios entró en vigor el 1 de abril de 2014. A partir de esta fecha, el recibo de la luz se calcula tomando como referencia el precio del kilovatio en función de su cotización diaria en el mercado mayorista.

El ministro de Industria, Energía y Turismo, José Manuel Soria, aseguró que con el nuevo sistema de cálculo, al desaparecer la tarifa que se fijaba cada trimestre por un sistema de subastas en el que participaban compañías eléctricas e intermediarios financieros, se producirá un «claro ahorro» para los consumidores. El Gobierno calcula que el nuevo sistema abaratará el recibo de la luz en un 3% en un año.

Respecto al bono social se pronunció asegurando que en la actualidad, el descuento es de un 20%, por debajo del límite del 25% que fijará el Gobierno, y añadió que, a día de hoy, son 2,5 millones de usuarios lo que se benefician de él.

Sin embargo, por otro lado, nos encontramos con que el Ministerio de Industria ha modificado tanto la parte fija de la factura, es decir, la que se paga por la potencia contratada, como la parte variable, la que depende del consumo eléctrico que se haya realizado. Ello ha supuesto que, desde el mes de febrero de 2014, la parte fija subió en un 20% mientras que la variable se ha reducido en un 17%. Esto se traduce en que los usuarios que consumen menos, siguen pagando igual o más.

Aquellos ciudadanos que tengan contratado el Precio Voluntario para el Pequeño Consumidor (PVPC) pueden firmar con su compañía un precio fijo anual, pero hay que tener en cuenta que las eléctricas elevarán esa tarifa fija en previsión de posibles subidas del precio de la electricidad. Si se acuerda renovación tácita, el consumidor será informado del precio nuevo con un mes de antelación a la fecha de vencimiento del contrato. Además, también continuará existiendo la posibilidad de firmar un contrato en el cual decidirán el precio de común acuerdo ambas partes.

Los usuarios con contador digital tendrán una factura mucho más clara ya que se desglosará en ella su consumo y el precio del kilovatio en cada instante. Para el resto, que son la mayoría, ya que las eléctricas tienen de plazo hasta finales de 2018 para instalarlo, en su factura aparecerá la media del precio mayorista del periodo de facturación.

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