CENTRO DE INVESTIGACIÓN Y CONTROL DE LA CALIDAD (CICC)

Escrito por Ana Sebastián

Feb 19, 2020

19 de febrero de 2020

Velando por la calidad en los productos

Periódicamente llegan a los medios de comunicación alertas sobre productos de toda índole que pueden resultar peligrosos para la salud de los ciudadanos o, simplemente, que no cumplen con la normativa vigente. Desde juguetes que pudieran suponer un peligro a alimentos en mal estado. Pero, ¿de dónde proceden estas alertas? ¿Qué organismo se encarga del control de los productos a los que puede acceder un consumidor? Bien, a instancias siempre de Organismos de las Administraciones Públicas y dependiente de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición (Aecosan), el Centro de Investigación y Control de la Calidad (CICC) es el organismo encargado de realizar, a través de un conjunto de laboratorios, los análisis y ensayos pertinentes sobre productos presentes en el mercado español con el fin de evaluar su conformidad con la legislación vigente que los regulan.

Creado en 1970 y adscrito desde 1986 a 2014 -momento en el que se integra en la Aecosan- al Instituto Nacional de Consumo, el Centro de Investigación y Control de la Calidad (CICC) siempre ha tenido pues un objetivo bien definido: prestar apoyo técnico y científico para la aplicación y el desarrollo de las Políticas de Protección y Defensa de los Consumidores impulsadas por las distintas Administraciones Públicas, con las que mantiene un trato directo y una estrecha colaboración.

Para ello y en búsqueda de este objetivo, está formado por un conjunto de laboratorios o unidades analíticas donde se analizan los distintos productos de consumo presentes en el mercado español, tanto alimenticios como no alimenticios o industriales.

Con Dirección Técnica propia, y para concluir este primer acercamiento a la entidad del Centro de Investigación y Control de la Calidad, podemos señalar que el mismo cuenta con cinco grandes departamentos que se distribuyen a su vez en diferentes servicios, secciones y unidades analíticas:

  • Fomento de la calidad.
  • Productos no alimenticios.
  • Productos alimenticios.
  • Técnicas instrumentales.
  • Garantía de Calidad.

La actividad del CICC

En cuanto a la actividad en sí del Centro de Investigación y Control de Calidad, el propio Ministerio de Consumo concluye que en el mismo se vienen a “realizar los análisis y ensayos que permiten verificar la adecuación de los productos a las reglamentaciones y normas, determinar sus características y comprobar la veracidad de las atribuciones declaradas en el etiquetado”. A esta labor de control se le añade, además, una importante labor de investigación para la puesta a punto y la validación de métodos eficaces de análisis, que como decíamos son realizados a petición de los distintos organismos de las Administraciones Públicas.

Para ello, el CICC cuenta, además de con un instrumental muy avanzado, con equipo altamente cualificado y multidisciplinar, con presencia de técnicos superiores con titulaciones muy específicas: farmacéuticos, químicos, biólogos, físicos, ingenieros, etc. De su trabajo sorprende la gran variedad de artículos, productos o matrices que son analizados en el Centro, que abarcan desde cualquier tipo de producto alimenticio hasta los distintos productos industriales de consumo que podemos encontrar en los comercios.

A modo de ejemplo y citando el caso de productos industriales, o mejor dicho, productos no alimenticios, se reciben una media, según datos facilitados por el Ministerio de Consumo, que oscila entre 3.000 y 4.000 muestras al año que van desde artículos para el ocio y el deporte (cuerdas de montaña, balones, juguetes en general) hasta material de puericultura, utensilios de cocina, artículos de limpieza, gasóleos y gasolinas, cosméticos, zapatos, ropa de cama, vestidos, material eléctrico, electrodomésticos, luminarias, herramientas, joyas, monedas, bisutería, etc.

Siguiendo con el ejemplo pero poniendo el foco en productos alimenticios, se viene a estimar un número similar de muestras analizadas por año, recibiéndose también una gran variedad de muestras: bebidas (aguas, zumos, vinos…), aceites, condimentos y especias, harinas, café y otros estimulantes, productos cárnicos, pescados, conservas, y un largo etc. Toda esta actividad analítica conlleva la realización de una media aproximada de 75.000 determinaciones al año.

¿Quién encarga estos análisis?

Como decíamos al inicio, la labor analítica de las muestras que se realiza en el Centro de Investigación y Control de Calidad se realiza exclusivamente a petición de los diversos organismos de la administración pública con responsabilidad en la protección de los consumidores. Por lo general, estas peticiones provienen de:

  • Servicios de Inspección de las Comunidades Autónomas con competencias en Consumo.
  • Ayuntamientos y Oficinas Municipales de Información al Consumidor (OMIC).
  • Juntas Arbitrales.
  • Otros organismos de la Administración.

Una vez analizadas las muestras

Hay que destacar que, como venimos diciendo, el CICC se encarga de analizar muestras a instancias de distintos organismos públicos, pero no será éste el encargado de tomar medidas dependiendo del resultado de los citados análisis. Así, y como reconocen desde Ministerio de Consumo, “si una vez analizada la muestra se constata que hay un incumplimiento en la legislación a aplicar, el Centro de Investigación y Control de Calidad informa al organismo oficial que ha tomado la muestra de la irregularidad detectada mediante la emisión de un Informe de Ensayos, para que éste tome las medidas apropiadas”.

De esta misma manera, si las muestras analizadas corresponden a productos no alimenticios cabe destacar que en caso de que el análisis de alguna de ellas determine un incumplimiento en relación con la seguridad, cuya evaluación de riesgo implique riesgo grave, la muestra pasa a formar parte de la red de alerta RAPEX. En este sentido el CICC es parte activa en la aplicación del Real Decreto 1801/2003 sobre la Seguridad General de los Productos.

¿En qué consisten los análisis?

Hasta aquí hemos visto que una de las principales actividades del CICC la desarrollan las Unidades Analíticas, las encargadas de llevar a cabo los pertinentes estudios analíticos en cada uno de los productos que se comercializan en nuestros comercios, pues en todo ellos tiene cabida en una unidad analítica. De esta manera, y volviendo de nuevo a la literalidad, «una vez asignados los productos a las unidades, en ellas se llevan a cabo los análisis y ensayos orientados a verificar su conformidad con las reglamentaciones técnico-sanitarias y las normas de calidad que los regulan, especialmente en los aspectos relacionados con la prevención del fraude, la seguridad de los productos y su adecuación al uso”.

Como norma general, a todos los productos a analizar se les examinan una serie de determinaciones generales, como pudieran ser la verificación del etiquetado, comprobando que la composición responde fielmente a lo que describe la etiqueta; instrucciones de uso, advertencias y riesgos; contenido efectivo… así como la adecuación del producto a su uso y la detección de adulteraciones o fraudes. Para completar los análisis en función del producto y la legislación a aplicar se realizan las determinaciones y ensayos pertinentes para dictaminar sobre su conformidad.

Unidades Analíticas, Servicios y Secciones

Para todo ello, dentro del Centro de Investigación y Control de Calidad existen 20 Unidades Analíticas, que están integradas en tres Servicios y ocho Secciones.

A modo de ejemplo podemos citar como dentro del Servicio de Productos Alimenticios nos encontramos con la Sección de Alimentos de Origen Animal y Vegetal y la de Bebidas y Alimentos Mixtos. A su vez, cada una de ellas es la responsable 3 unidades analíticas. Unidad de productos de origen animal; Unidad de estimulantes, cereales y leguminosas; y Unidad de confitería y condimentos para la Sección de Alimentos de Origen Vegetal y Animal. Y Unidad de dietéticos, preparados y conservas; Unidad de bebidas alcohólicas y analcohólicas; y Unidad de grasas e hidratos de carbono para la Sección de bebidas y alimentos mixtos.

A su vez, del Servicio de productos industriales, no alimenticios, depende la Sección de Física y la Sección de Química. De la primera dependen la Unidad de electricidad, la  mecánica y materiales y la de juguetes y puericultura. Y de la Sección de Química dependen la Unidad de productos químicos, cosméticos y combustibles, la de textiles y cueros y la unidad de tabacos.

Para terminar, el servicio de técnicas instrumentales está constituido en dos secciones básicas: la sección de cromatografía, que reúne las técnicas de carácter separativo-analítico; y la sección de espectroscopia, constituida por las técnicas analíticas basadas en ensayos espectroscópicos.

Fomento de la Calidad y Prevención del Fraude

No hay que olvidar que aunque los análisis pudiera ser la cara más visible del CICC, este centro también cuenta con el Área de Fomento de la Calidad y Prevención del Fraude, en la que se vienen a realizar diversas funciones de coordinación, tanto a nivel externo como interno. Para ello, apoya la Política de Calidad establecida por la dirección y a la dirección en lo relacionado con la gestión técnico administrativa.

Dentro de esta área, y según la información facilitada por el Ministerio de Consumo, se “dirige y coordina todo lo relacionado con personal y recursos humanos, mantenimiento, asuntos generales, aprovisionamiento y gestión económica y biblioteca y documentación”. Además, coopera en la programación anual de campañas autonómicas y del muestreo sistemático de las diferentes comunidades autónomas, haciendo un informe final de cada una de ellas.

El CICC, con la Comunidad Autónoma y otras unidades de la AECOSAN:

  • Planifica, coordina y realiza los informes globales de resultados de las campañas nacionales.
  • Planifica y realiza el seguimiento y la revisión de los informes de campañas promovidas por la Comisión europea y otros organismos internacionales.
  • Atiende consultas de las Administraciones Públicas, coordinando la respuesta a las peticiones externas de información y reclamaciones.
  • Supervisa la recepción de muestras y el mantenimiento de la aplicación informática que soporta la gestión de las mismas.
  • Valora globalmente los resultados analíticos de las muestras recibidas en el Centro para detectar posibles desviaciones generales y proponer actuaciones con objeto de que sean corregidas.
  • Gestiona la elaboración de la memoria de actividades del Centro. Supervisa y utiliza los datos relativos a las muestras analizadas con el fin de realizar los informes oportunos, mejoras en los trabajos y demás posibles actuaciones.
  • Coordina la respuesta a las peticiones externas de información y reclamaciones.

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