En bicicleta por la ciudad

No hay duda, las bicicletas ya no son (únicamente) para el verano, Cada día más ciudadanos están optando por ellas como su medio de transporte principal en grandes ciudades, pues su uso conlleva un buen número de ventajas tanto para el propio usuario, en cuestiones de salud y económicas, como para el resto de la sociedad, en materias de medio ambiente y movilidad. Estas ventajas, unidas a unas mejores infraestructuras y una apuesta de las administraciones públicas por el uso de este medio de locomoción, son causantes de la cada vez más frecuente presencia de bicicletas en la vía pública. Ahora bien, ¿estamos preparados para hacerlo? ¿Sabemos cómo circular con bicicleta por la ciudad? ¿Conocemos las normas de circulación y normativas municipales vigentes en la actualidad al respecto? En el presente artículo repasaremos unos sencillos consejos para garantizar nuestra seguridad en el uso de la bicicleta por ciudad y algunos aspectos de la normativa vigente que regulan este uso.

Como decíamos, la bicicleta es ya la opción modal de transporte de muchos ciudadanos pero, sin embargo, su uso en la ciudad sigue condicionado por muchos tópicos. Las pendientes de Madrid, el hecho de tener que ir en traje, dónde dejarla y, sobre todo, la seguridad siguen siendo las ‘excusas’ de muchos para no apostar por la bicicleta. Poco a poco se van derribando tópicos y las terribles pendientes de Madrid son más llevaderas con un poco de práctica o una bicicleta eléctrica (las de alquiler público del servicio BiciMad, por ejemplo, lo son). El traje deja de ser un problema en numerosas empresas que apuestan por la movilidad de sus empleados y ofrecen vestuarios para cambiarse. Además, está demostrado que los usuarios habituales y al ritmo en el que se circula por ciudad no suelen tener el problema del sudor al hacer uso de su bicicleta como medio de transporte. ¿Dónde dejarla? Además de los numerosos aparcamientos específicos y que la normativa nos permite estacionar en determinadas aceras, las bicicletas plegables son la opción ideal para muchos, pues apenas ocupan espacio. Y por último, la seguridad. Punto en el que queremos detenernos para ver cómo, siguiendo una serie de consejos básicos y, como siempre, con sentido común, podemos disfrutar de todas las ventajas del uso de la bicicleta como transporte modal (estaremos más sanos y con más dinero en el bolsillo) sin renunciar a nuestra seguridad.

Consejos básicos para el uso de la bicicleta por ciudad
Muchos ciudadanos todavía relacionan el uso de la bicicleta con otros tiempos, cuando en su juventud se les decía que tenían que ir por la acera o lo más pegados a la derecha posible. Sin embargo, circular con bicicleta por ciudad requiere de unas normas específicas para reforzar nuestra seguridad, normas que, en algún caso, van directamente en el sentido opuesto a aquello que nos recomendaban cuando éramos jóvenes. Y es que circular en bici por la ciudad no es peligroso, siempre y cuando se haga de forma prudente y atendiendo las normas básicas. El tráfico sigue unas pautas predecibles y el comportamiento de los conductores motorizados en su inmensa mayoría es mejor de lo esperado, ya que existe un miedo por su parte a dañar al ciclista.
Primer mito desterrado: circula por el centro de tu carril. Una bicicleta arrimada al borde de la carretera despierta la tentación de adelantar en los coches, aunque no se pueda mantener una distancia prudencial durante el adelantamiento. Y un coche aparcado puede abrir sus puertas sin mirar y derribar al ciclista. En parte de la infraestructura actual en la ciudad, ciclistas y coches comparten carril y los segundos deben respetar el ritmo de los primeros y no rebasar los 30 kilómetros por hora. Circulando por el centro del carril, el ciclista anula la tentación del conductor de adelantar dentro de ese mismo carril y le obliga a hacer el cambio.

Como antaño, si es recomendable circular por el carril derecho. Los coches no esperan encontrar un usuario lento en el carril izquierdo (el rápido), y dado que adelantar por la derecha es poco común, se desconciertan. No obstante, si tienes que girar a la izquierda es mejor situarse en este carril con antelación. Si el carril derecho está ocupado, circula por el inmediato a tu izquierda.

Conduce en línea recta y sé predecible. Indicando las maniobras que vas a realizar con los brazos. Es más importante de lo que pueda parecer. Si no conoces como hacerlo, pide que te lo enseñen.

Circula a la velocidad y por la ruta adecuada. Adáptate a la velocidad de la calle por donde circules y, a ser posible, elige calles tranquilas. Merece la pena seguir un buen itinerario por calles apacibles o por carriles-bici, con la ayuda de un plano. Una ciudad como la de Madrid está incrementando año a año el número de carriles exclusivos para bicicletas, los compartidos con otros vehículos o los segregados. Ya es posible encontrar itinerarios Norte-Sur, Este-Oeste, y viceversa, a realizar exclusivamente por carriles con preferencia para los ciclistas.

La experiencia es un grado
En cualquier caso, la experiencia es un grado y hay que escuchar a aquellos que ya han hecho del uso de la bicicleta su día a día y que saben reconocer ciertos peligros que tiene la circulación por la ciudad y cómo prevenirlos.
Así, recomiendan poner especial cuidado al circular por tu carril cuando pases a la altura de una desviación a la derecha. Muchos conductores no señalizan su maniobra de giro a la derecha, te cortan el paso y crean situaciones de riesgo. Y es que, no hay que fiarse de las maniobras de los coches hasta el último momento y tener los frenos a punto sobre todo cuando circules a la altura de ellos.

Desaconsejable circular demasiado pegado a los coches aparcados. Los coches que circulan a tu izquierda no prevén si vas a necesitar espacio porque un coche que esté parado a tu derecha abra su puerta.
¿Cómo tomar una rotonda? En las rotondas, compórtate como otro vehículo más. Salvo que vayas a usar la primera salida a la derecha, no renuncies a los carriles centrales. Aunque vayas más lento, los coches tendrán que adaptar su velocidad a la tuya.
Por último, y en momentos de intensidad de tráfico, recomiendan no quedarse entre dos carriles. No importa estar en un carril a la izquierda, incluso con más motivo en esos casos, en el centro de él. En algunas ocasiones será preferible esperar unos metros para realizar la maniobra.

Otras recomendaciones
Junto a los consejos de circulación, no está de más recordar otras recomendaciones, como la del uso del casco, que si bien no es obligatorio en ciudad, sí refuerza nuestra seguridad. Igualmente recomendable sería el poner un retrovisor si se va a usar la bicicleta en ciudad o equipar la nuestra con un timbre, con el que avisar de nuestra presencia.
Más recomendaciones, hazte visible por las noches, con luz delantera blanca y trasera roja, además de reflectantes. Prohibido circular con auriculares, pues te impiden controlar adecuadamente el tráfico que se encuentra a tu alrededor, y muy recomendable los candados en forma de U para atarlas.

Acata las normas de circulación, hazte con un seguro de Responsabilidad Civil cubre los posibles daños que pudieras ocasionar a terceros y mantén tu bicicleta en buen estado: frenos, cambios, dirección, ruedas y luces.

Algo de normativa
Pero, más allá de los consejos o las recomendaciones, sería aconsejable sacar la lupa para comprobar qué dice la Ordenanza para la Movilidad en la Ciudad de Madrid, con respecto al uso de la bicicleta. Así, más allá de normas más o menos generales y aplicables a todo tipo de vehículos, como la obligación a no entorpecer la circulación de peatones o vehículos o la conducción temeraria o negligentes, también hace referencia a aspectos muy concretos como el que señala que “los conductores de vehículos motorizados que quieran adelantar a un ciclista en zona urbana deberán extremar las precauciones, cambiando de carril de circulación dejando un espacio lateral suficiente que garantice la seguridad entre la bicicleta y el vehículo motorizado que pretende adelantarla. Así mismo, cuando estén circulando detrás de una bicicleta, mantendrán una distancia de seguridad prudencial y proporcional a la velocidad, que nunca podrá ser inferior a 5 metros” (Artículo 20).
Se prohíbe expresamente ocupar más de una persona el ciclo, cuando haya sido contruido para una persona (Art. 23) o circular en bicicleta sin elementos reflectantes debidamente homologados (Art. 24).
¿Peatones en carriles bici? Prohibido: “la autoridad municipal podrá establecer carriles reservados para la circulación de determinada categoría de vehículos, quedando prohibido el tránsito por ellos a cualesquiera otros que no estén comprendidos en dicha categoría” (Art. 29).

La importancia del Artículo 39
En cuanto a la circulación, la normativa es clara y va más allá de los consejos que decíamos antes. Además de hacer obligatorio el timbre y de luces delantera y trasera para circular de noche o cuando existan condiciones meteorológicas o ambientales que disminuyan sensiblemente la visibilidad (Art.39) en su Artículo 39 bis que en la calzada, las bicicletas circularán ocupando la parte central del carril.

Además, en las vías con más de un carril circularán siempre por el carril de la derecha y sólo se podrá usar el de la izquierda si se va a realizar un giro en ese sentido.

De existir carriles reservados a otros vehículos, como los carriles bus, circularán por el carril contiguo al reservado, salvo que la señalización permitiera circular por ellos.

Excepcionalmente, y cuando así se indique mediante la señalización específica, estará permitida la circulación de bicicletas en sentido contrario.

Y como decíamos anteriormente, en aquellos carriles que se hayan señalizado específicamente con un límite de velocidad máxima de 30Km/h para facilitar la coexistencia de bicicletas y vehículos motorizados, estos últimos habrán de adaptar su velocidad a la de la bicicleta, no permitiéndose los adelantamientos a las bicicletas dentro del mismo carril de circulación.

Relación con los peatones
Siguiendo con el Artículo 39.3, que viene a regular por dónde podemos y por dónde no circular con la bicicleta, se especifica que salvo en las zonas habilitadas al efecto, se prohíbe la circulación de bicicletas por las aceras y demás zonas peatonales.

En aquellas vías o espacios públicos especialmente acondicionados para la circulación de vehículos y peatones en los que los peatones tienen siempre la prioridad (Madrid Río, por ejemplo), los vehículos deberán adaptarse a la velocidad de los viandantes. Si la distancia entre el ciclista y los peatones no puede ser como mínimo de 1 metro, el ciclista deberá descender de su vehículo y circular andando, de forma que se garantice la seguridad de los peatones.

En las aceras-bici, los peatones tendrán siempre preferencia de paso para atravesarlas transversalmente, debiendo el ciclista, en todo caso, adaptar su velocidad para que los peatones que hayan iniciado el cruce puedan completarlo con seguridad. En cualquier caso, los peatones deberán cerciorarse de que la distancia y velocidad de las bicicletas que se aproximen les permitan cruzar con seguridad.

En los carriles-bici, la prioridad de paso es de las bicicletas, solo se podrán atravesar transversalmente y preferentemente por los pasos de peatones señalizados al efecto. En el caso de atravesar el carril-bici fuera de los mismos, los peatones deberán cerciorarse de que pueden hacerlo sin riesgo ni entorpecimiento indebido (Art, 39.4).

¿Dónde puedo estacionar mi bici? (Art. 62)
En principio, las bicicletas se estacionarán en los espacios específicamente reservados al efecto, pero no se podrá en los espacios reservados para motocicletas. Si no los hubiera, siempre que esté permitido el estacionamiento, podrán estacionar en la calzada junto a la acera en forma oblicua a la misma y ocupando una anchura máxima de 2 metros, de forma que no se impida el acceso a otros vehículos o el paso desde la acera a la calzada.

Cuando no sea posible el estacionamiento en calzada o en los espacios reservados las bicicletas podrán estacionar en las aceras, andenes y paseos de más de 3 metros de ancho; en paralelo y lo más próximo al bordillo; nunca se permitirán dos líneas de estacionamiento en la acera; entre los alcorques, si los hubiera, siempre y cuando el anclaje del vehículo no se realice en los árboles u otros elementos vegetales; en semibatería o en ángulo, cuando las aceras, andenes o paseos tengan una anchura superior a 6 metros; no podrá estacionarse en plazas, zonas ajardinadas, calles de prioridad peatonal o calles peatonales, salvo señalización en contrario; prohibido estacionar bicicletas privadas en los espacios destinados al estacionamiento de bicicletas públicas; ni se podrá anclar la bicicleta al mobiliario urbano, ni sobre tapas de registro y servicios.

Hay que recordar que toda estas normas son específicas para la ciudad de Madrid, reguladas por su Ordenanza de Movilidad, y podrían variar, tanto para la circulación como para el estacionamiento, dependiendo del municipio en el que nos encontremos. Igualmente serán de aplicación los artículos relacionados con el uso de la bicicleta de Código de Circulación.
Y, como siempre, les recordamos que el departamento jurídico de la Unión de Consumidores de Madrid-UCM está a disposición de sus socios para solventar cualquier duda que tuviesen al respecto.