Nuestra socia Carolina C. S., tenía un contrato de suministro de gas y de mantenimiento del mismo con una empresa comercializadora de “ENDESA”. Había procedido al abono indicado en su factura habitual relativo a la revisión obligatoria de su caldera. Sin embargo, los técnicos que acudieron a su domicilio a realizar ésta, le indicaron que tenían que realizar una revisión de las instalaciones, añadida a la que ya había pagado, y que este nuevo importe debía abonarlo en efectivo.
Cuando nuestra socia les indicó que ella ya había abonado el importe correspondiente a la revisión y que no tenía por qué pagar ningún importe más, comenzó a recibir amenazas con el corte de suministro, por lo que se vio en la completa obligación de pagar la cantidad requerida.
La consumidora se puso en contacto con nuestro equipo jurídico, con la intención de que presentásemos reclamación en su nombre.
Desde nuestro Gabinete Jurídico se realizaron las gestiones necesarias para lograr que se procediese a la devolución del importe facturado fraudulentamente a nuestra asociada.
Además, se descubrió que los operarios que habían acudido al domicilio de la afectada realmente pertenecían a una empresa distribuidora, cuando se habían hecho pasar por la empresa contratada por la consumidora.