Se han establecido nuevas regulaciones para crear un entorno de juego más seguro y responsable.

​El Real Decreto 176/2023 ha supuesto un cambio trascendental en la regulación del juego desde su entrada en vigor el 15 de marzo de 2023. Con este decreto, se han introducido medidas estrictas para garantizar un entorno de juego más seguro y responsable, abordando temas cruciales como la prevención de la ludopatía y el control de las deudas generadas por el juego. La nueva normativa tiene como objetivo proteger a los jugadores y asegurar que los operadores cumplan con prácticas transparentes y éticas.

Principales novedades en la regulación del juego

El Real Decreto 176/2023 impone límites claros para las actividades de los jugadores y los operadores, con el fin de reducir los riesgos asociados al juego compulsivo. A continuación, se detallan algunas de las medidas más destacadas:

Nuevos límites en el juego

Una de las innovaciones más importantes en la regulación del juego es la exigencia de que los jugadores establezcan límites claros antes de iniciar cualquier sesión de juego. Estos límites se aplican tanto en términos de tiempo como de gasto. Si un jugador alcanza cualquiera de estos límites, la sesión se interrumpirá de manera automática. Esta medida afecta a diversos tipos de juegos, incluyendo casinos y ruletas, con el objetivo de evitar que los jugadores se excedan en su tiempo o gasto, minimizando así los riesgos de adicción.

Prohibición del uso de tarjetas de crédito

En línea con la protección a los jugadores, el Real Decreto 176/2023 prohíbe el uso de tarjetas de crédito para aquellos jugadores catalogados como de alto riesgo o intensivos, quienes son identificados por haber sufrido pérdidas significativas en poco tiempo. Esta medida pretende frenar el acceso a fuentes de financiación que puedan empeorar la situación financiera de los jugadores en riesgo, previniendo el endeudamiento excesivo.

Uso obligatorio de medios de pago nominativos

Para evitar el uso indebido de recursos financieros, el decreto exige que los jugadores de alto riesgo utilicen únicamente medios de pago nominativos. Esto significa que deben emplear métodos de pago a su nombre, eliminando la posibilidad de que utilicen tarjetas o cuentas bancarias de terceros, lo que podría generar deudas ajenas al jugador.

Restricciones en la publicidad y promoción

La nueva regulación del juego también impone restricciones severas en la promoción dirigida a los jugadores más jóvenes, concretamente aquellos de entre 18 y 25 años. Los operadores tienen prohibido ofrecer incentivos no directamente relacionados con el juego, como entradas a eventos o viajes, que puedan motivar un gasto irresponsable en juegos de azar.

Prohibición de mensajes engañosos

Para combatir la percepción errónea del éxito inminente, el decreto también prohíbe cualquier tipo de mensaje engañoso que sugiera que un jugador estuvo «cerca de ganar». Este tipo de mensajes, comúnmente utilizados para fomentar el juego prolongado, ya no serán permitidos bajo la nueva legislación, protegiendo así a los usuarios de ser manipulados emocionalmente.

Información obligatoria sobre el juego

Los operadores estarán obligados a proporcionar a los jugadores mensajes informativos periódicos durante sus sesiones de juego. Estos mensajes deben incluir datos objetivos sobre el comportamiento del jugador, tales como la cantidad de tiempo jugado y el dinero gastado, promoviendo así una mayor conciencia sobre su conducta y ayudando a prevenir el juego problemático.

Regulación en el abono de premios

Una medida destacada es la regulación del abono de premios superiores a 5.000 euros. Los operadores deberán informar a los jugadores sobre la opción de recibir el premio mediante medios de pago autorizados, incentivando un manejo más responsable de los fondos ganados.

Supervisión y control

El éxito de estas medidas dependerá, en última instancia, de una correcta supervisión por parte de las autoridades reguladoras y del compromiso de los operadores de juego para cumplir con la nueva normativa. Además, será crucial promover la educación y concienciación de los jugadores sobre los riesgos del juego y la importancia de participar de manera responsable.

El Real Decreto 176/2023 representa un avance significativo en la regulación del juego, cuyo fin último es proteger a los consumidores y prevenir los problemas asociados con el juego, contribuyendo así a un entorno de juego más ético y seguro.