Los piojos son pequeños insectos sin alas que se alimentan de la sangre humana.
El piojo hembra produce una sustancia pegajosa que adhiere cada liendre, los llamados huevos de piojo, a la base del tallo del pelo, que eclosiona posteriormente entre 6 y 9 días, y que se propagan fácilmente de una persona a otra, a través del contacto cercano e intercambio de pertenencias.
- Tipos de piojos
Existen tres tipos: los piojos de cabeza, (los más habituales), que se encuentran en el cuero cabelludo, generalmente en la zona cercana a las orejas y nuca; los piojos de cuerpo, que viven en la ropa o en la ropa de cama que afectan, sobre todo, a personas que no pueden tener una higiene personal o lavado de ropa habitual; y los piojos púbicos, (también llamados ladillas), que se encuentran en la piel, vello corporal grueso, (pecho, espalda, cejas), y vello de área púbica.
Los más habituales son de cabeza y tienen mayor incidencia en los más pequeños de la casa, ya que tienen un mayor contacto estrecho entre ellos en el colegio, actividades extraescolares, en el parque, etc.), así como que comparten diferentes productos como, peines, gorras, ropa, etc., que en los adultos habida cuenta que mantenemos mayor distancia interpersonal con el resto de personas con las que nos relacionamos.
- Señales de la existencia de piojos
Los piojos suelen provocar picazón intensa en el cuero cabelludo, sensación de cosquilleo por el movimiento del pelo o incluso, si la persona afectada llega a rascarse mucho, puede provocarse pequeños bultos rojos, (que se infectan con bacterias), o llagas en la zona del cuero cabelludo, cuello y hombros.
Lo mejor que podemos hacer en caso de sospechar que tenemos piojos, dado que se puede confundir con caspa, residuos de productos para el cabello, costras, tejido capilar muerto, etc., es consultarlo con nuestro médico habitual.
- ¿Cómo podemos evitarlos?
No obstante, para evitarlos, no está de más utilizar pediculicidas químicos clásicos que podemos encontrar en nuestra farmacia más cercana, así como utilizar de vez en cuando un peine especial llamado lendrera, que es más pequeño y con las púas más estrechas, para que las liendres y piojos se queden atrapados y podamos quitarlos con mayor facilidad.